Si, ya se lo que estáis pensado: ¿Labores primaverales ahora? ¿Pero si ya estamos acabando el verano? Cuando veáis todo lo que he estado cosiendo esta primavera entenderéis por qué os lo enseño ahora y no antes. Han sido pequeñas labores no muy variadas, todo hay que decirlo, pero en cantidades industriales, así que ni tiempo he tenido de ir enseñándolas. Con ir haciéndoles fotos me conformé y ahora, con el relax veraniego, por fin puedo compartirlas con todas vosotras.
Todo empezó con la
comunión de mi sobrina. Le sugerí a mi
cuñada (aficionada también a la
costura) que podía realizar ella misma alguna labor sencilla para regalar como recuerdo a las invitadas, algo tipo portapañuelos japones, marcapáginas o llavero. Le gusto la idea y al final se decidió por el portapañuelos (tutorial en
Cositas de Roci). Pero como ella andaba liada con los preparativos de la
ceremonia, el
convite, el vestido... me ofrecí a hacérselos yo. Y así fue como me puse a coser ¡¡24 portapañuelos!! (bueno, algunos menos porque aproveché que me habían sobrado algunos del mercadillo de Navidad).

Como veis utilicé distintas combinaciones de colores y estampados, unos mas claros y juveniles y otros un poco mas clásicos, para dar gusto a todas las invitadas.
Para presentarlos elegí unas bolsitas de celofán transparente autoadhesivas, solo un poquito mas grandes que el portapañuelos. Como el envoltorio era muy sencillo (elegido así exprésamente para poder luego añadirle algún detalle) coloque en la parte superior (donde se cerraba con el adhesivo) una pequeña pinza de madera natural que sujetaba un mini lazo de raso de varios colores. Además en el frente de la bolsa pegué con celo de doble cara una pequeña etiqueta de cartulina blanca en la que había impreso un dibujito de una niña de comunión acompañado del nombre de mi sobrina y la fecha de su celebración.
Para llevar cómodamente todos los portapañuelos, utilice una cesta de mimbre que previamente decore con unos lazos de raso en verde y rosa pastel.
La verdad es que a las invitadas les gusto mucho el detallito y eso me animó a proponerle a una amiga que hiciéramos algo parecido para regalar en la fiesta que estaba organizando para
celebrar su
cumpleaños. Ella me dio el visto bueno a mi propuesta y decidimos que en esta ocasión serian llaveros en forma de maceta (tutorial en francés en
Le blog de Kerouezee). De nuevo me ofrecí a hacérselos yo porque bastante tenia ella con organizar,
comprar y
cocinar todo lo que pensaba ofrecernos ese día. Además, como en el caso de mi sobrina, formaría parte de mi regalo para ella.
Y así, de nuevo, me dedique a realizar una misma labor no una, ni dos, ni tres veces, si no 14 en esta ocasión. Pero además, sin decirle nada a la cumpleañera, decidí incluir también un marcapáginas en forma de
corazón (tutorial en ingles en
Sew many ways) junto con cada llavero.
Para empaquetar los regalos utilicé un sistema similar al de los portapañuelos: bolsas de celofán transparentes autoadhesivas y pinzas de colores pero esta vez en lugar de sujetar un lazo de raso, lo hacia con una pequeña blonda blanca doblada por la mitad.
La fiesta he de deciros que resultó todo un éxito porque la compañía fue inmejorable y el tiempo espléndido, lo cual nos permitió disfrutar en el jardín de mi amiga de los maravillosos platos que nos había preparado. Además también triunfamos con los llaveros, porque las señoras invitadas quedaron gratamente sorprendidas con nuestro inesperado detallito (normalmente el que va a un cumpleaños es el que lleva el regalo y no el que lo recibe).
Entre tanto, se iba acercando el final de curso y quería ofrecer a las profesoras de mis niñas un pequeño obsequio en agradecimiento por todo el esfuerzo y cariño que les habían dedicado durante el curso. Visto el éxito obtenido en las dos experiencias anteriores y dada la soltura que tenia yo ya haciendo llaveros (y lo que me gusta hacerlos, todo hay que decirlo), me decidí a preparar 4 más (cada una de mis hijas tiene 2 profesoras). Los empaqueté del mismo modo que los anteriores pero en esta ocasión los acompañé de una pequeña tarjeta de agradecimiento y además les cosí, junto al lazo que habitualmente pongo en el centro, un pequeño charm en forma de corazón en el que podía leerse "Thank you".

Pero esto no es todo. Para
colofón, el ultimo finde de cada mes de junio tenemos una
cita con las familias con las que compartimos una de las experiencias mas importantes de nuestras vidas: el viaje a
China para recoger a nuestra hija Noelia. Como somos de distintas provincias de España, cada año visitamos a una de las familias en su localidad y esa familia es la que se encarga de organizar el encuentro (hotel, actividades,
comidas, excursiones...). Además, de forma espontánea, instauramos la
costumbre de que cada familia llevase un regalito para el resto de las niñas. Yo suelo aprovechar para hacerles siempre alguna labor personalizada:
camisetas con aplicación (de esas ya les he hecho varios años), un Malma con decoupage, coleteros, .., incluso un año (el que nos tocó organizarlo a nosotros) hice para cada niña (13 en total) una
colcha de los 100 deseos.
Este año 2014 la reunión iba a ser en la playa y como las niñas ya van siendo mayorcitas pensé en hacerlas una toalla-bolso. Os preguntareis qué es eso. Pues es una toalla de playa que se transforma facilmente en un bolso. A ver si con unas fotos os hacéis mejor idea y si no daros una vuelta por el tutorial de
Georgina:
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A la izquierda en forma de bolso. A la derecha arriba con la toallas desplegada por el revés
y abajo lista para tumbarnos |
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¿A que es muy práctica y original?
Como
la toalla cuando esta en versión bolso no queda complétamente
cerrada,
para poder llevar en su interior todo lo demás que necesitamos en la
playa o piscina (
cepillos,
cremas, gafas, móvil, monedero, llaves...) sin perderlo por el
camino, yo suelo acompañar la toalla con un neceser hecho con la misma
tela del bolso. Pero dado que tenia que hacer 13 y que además los neceseres son un regalo habitual en nuestras reuniones, decidí prescindir de él en esta ocasión.
Pero eso sí, para rizar aún más el rizo y como soy de las que les gusta "complicarse" la vida, pensé en hacer este año (por primera vez encima) un regalito para las mamás. ¿Os imagináis qué fue? Claro, un llavero (ya le había cogido el gusto a esta labor que ahora, después de casi 30 de una atacada, ya no tiene misterios para mí). Ya, ya sé que no tiene mucha lógica no hacer los neceseres por falta de tiempo y luego liarme con unos llaveros, pero en mi defensa diré que estos últimos se tardan mucho menos en hacer (y aun menos tras la mucha práctica que había adquirido).
Así que nada más terminar con los llaveros de mi amiga y de las profesoras me puse a hacer otros 10 llaveros más y 13 toallas-bolso. ¡Socorro! Tenia el tiempo muy justo y estuve un poco estresada, pero acabé justo el día que nos íbamos de viaje. Aquí esta la prueba:
Para las niñas más mayores utilice una tela que simula patchwork con cerezas en tonos rojo, rosa y azul; en unas la toalla fue fucsia y para otras azulina. Para las 2 más peques del grupo elegí una tela de buhitos que combiné con toallas en morado.
¡Tuve que llevar las toallas en una maleta grande!
Al menos tanto esfuerzo mereció la pena porque las niñas quedaron encantadas y las mamás sorprendidas. ¡Yupi!
Y estas han sido básicamente mis labores a tutiplén de esta primavera,
muy poco variadas pero muy reconfortantes por la agradable acogida por parte de
sus destinatarias.
En verano, con las vacaciones y el
cambio de ritmo y rutina, las
costuras quedan un poco aparcadas, aunque no olvidadas (no sé vosotras, pero yo me voy una semana a la playa sin ninguna labor y vuelvo con "mono" de aguja y telas...). Y aunque el ritmo es mucho menor, este verano también he estado con proyectos, algunos ya terminados como la
funda para la thermomix, y otros que tenia en mente desde hace tiempo y que por fin he iniciado. Así que si tenéis un poco de paciencia, en la próxima entrega os enseñaré mis labores veraniegas. Hasta entonces que disfrutéis de los últimos días de este verano de temperaturas locas, que descanséis y recargéis pilas para terminar o seguir o empezar con nuevos proyectos en Septiembre.
¡Feliz fin de verano y hasta pronto, amigas!