Después de muchas idas y venidas por internet, de múltiples ideas y diseños en mente y en papel, después de dos intentos reales fallidos, de dos proyectos iniciados y nunca terminados (ya sabéis, esos UFO's que tanto nos comen la moral, a mí por lo menos), por fin, tengo mi funda para la maquina de coser. ¡Aun no puedo creermelo!
Mira que le di vueltas, que pensé en adornos (bordados o aplicados), complementos y accesorios varios (bolsillos laterales), diseños (con bloques de patch o hexágonos), formas (rectangular o redondeada), colores (bueno, aquí no había muchas opciones, era rosa casi siempre) y telas (lino, algodón, liso o estampado) ... Pues al final ha ganado la idea más simple y a la vez fácil de coser (¡¡será por eso que esta vez sí la terminé!!).
La culpa la tienen un juego de dos paños de cocina de IKEA que siempre me han encantado y que compré más por la tela (la de flores no la venden por metros) que por los paños en sí mismos. ¿Cómo iba a resistirme yo a unas hermosas rosas y un vichy en blanco, rosa y verde? Imposible!!!
Pues estos paños son tan grandes que con uno solo tenia tela suficiente para cubrir la máquina por encima (el de flores, claro, porque es el más vistoso y además así podría lucir y apreciarse en todo su esplendor el vergel de rosas que lo componen) y con el otro (el de cuadritos con la cinta de rosas) había bastante también para los dos laterales de forma que en ambos apareciera la cinta (lo que me permitia unificar los costados con el frente porque las rosas son identicas).
Y así, de esa forma tan sencilla surgió el diseño de mi funda (no llevaría bolsillos, ni hexágonos, ni apenas elementos de patchwork) pensada únicamente para para ajustarse a la funda rigida que trae la maquina (que, dicho sea de paso, utilicé para sacar los patrones y medidas). Mi idea era tener la carcasa siempre puesta porque con ella la máquina siempre está más protegida (de golpes, polvo...). pero es que es tan sosa... Asi que necesitaba algo (vamos, otra funda) que la cubriera y la alegrara. Así que en realidad lo que he hecho es ¡¡una funda para la funda de la maquina!! Ahora ambas, la funda de plástico rígida y la metafunda (la funda de la funda) de tela blandita, cubren mi maquina protegiéndola y adornándola a la vez.
Aunque las telas me encantan tal cual son, al final no pude resistirme a añadirle algunos adornitos : unos corazones (aplicado a puntada escondida en el frente, bordado con la máquina en los laterales), unas letras C adhesivas, y unas flores (de crochet y raso). No tengo remedio!! Pero es que los corazones, las flores, el rosa y los lunares me pierden (la C era para personalizar, o un poco de egocentrismo que de vez en cuando no viene mal).
Lógicamente esta funda lleva guata y forro interior. Para unir las tres capas (porque no se puede llamar acolchar), en la parte forntal cosí longitudinalmente unas sencillas lineas rectas en color rosa oscuro para que destacara un poco, y en los laterales, lo hice por arriba y por abajo de la cinta de rosas, y aproveche también el bordado de corazón (hecho con el mismo hilo que el "acolchado" frontal) para este menester.
En la parte inferior rematé con un bies blanco que lleva una especie de puntilla (por llamarla de alguna manera, porque más bien es sólo una cadeneta que va haciendo ondas).
Me gustó tanto el resultado, la alegría que le daba mi funda al rinconcito de la máquina con esta llamativa tela de rosas que decidí hacer un cojín para la silla de costura. Así que compré más paños de cocina al final lo que hice fueron dos cojines en lugar de uno.
En principio os aseguro que pensé hacer un único cojín con la parte de delante de flores y la de detrás de cuadros para aprovechar así los dos paños del pack. Pero al final no me gustó mucho la idea de utilizar dos telas distintas y como los paños son grandes, pero no tanto como para hacer un cojín con uno solo de ellos, tuve que comprar otro juego, con lo que me junté con cuatro paños (dos de flores y dos de cuadros). Así que no me "quedaba" mas remedio que hacer dos cojines: uno de flores y otro de cuadros. ¡Menos mal que tengo dos sillas en mi cuarto de costura!
Para dar continuidad al conjunto funda-cojines, decidí utilizar para cada uno de ellos la misma decoración que en la funda de la maquina de coser, esto es : un corazón de cuadritos aplicado a puntada escondida sobre el cojín de rosas y un corazón bordado en el cojín de cuadros. Pero en esta ocasión, para decorar los corazones cosí en ambos casos una letra C de guipur blanco pues pensé que la flor de raso y la C adhesiva serian poco prácticas en el caso de los cojines (al recostarme, la flor resultaría incomoda y la C podría desprenderse) y además así de paso establecía también un nexo de unión entre ambos cojines.
Además para realzar los corazones utilicé piconela en dos tonos de rosa para recuadrar el corazón del cojín de flores, y la cinta de ambos paños de cuadros (que previamente descosí) para delimitar por arriba y por abajo el corazón bordado del cojín de cuadros.
La parte de atrás de los cojínes es tipo solapa, que es más fácil de coser y tan práctica o más que una cremallera. Aquí además aproveché la presilla que llevan los paños y que nos permite colgarlos, para cerrar la solapa con un botón.
Y así, con seis paños de cocina reconvertidos en una funda y un par de cojines, de forma rápida y barata pero decorativa, mi cuarto de costura se ha llenado de flores e inundado de la alegría y dulzura propias del mes de Mayo.
Gracias por vuestras visitas y comentarios.
¡Feliz día y hasta pronto!
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